Con el primer fin de semana de julio, las playas empiezan a llenarse de gente. Sin embargo, muchas de esas personas desconocen que pueden ser multadas por acciones que desconocen en una suma que va desde los 300 a los 3.000 euros dictadas por una ordenanza que ya cumple 20 años.
Por ejemplo, por jugar a las palas. Solo se puede jugar siempre y cuando se haga a una distancia considerable respecto al resto de los usuarios de la playa. Así, la normativa indica que estas actividades nunca podrán llevarse a cabo a una distancia inferior a los seis metros.
También está prohibido escuchar la música a todo volumen en la playa. La multa asciende a 300 euros. Al igual que la venta ambulante, que no está permitida.
Incluso algo como orinar en el agua está prohibido. Pese a una práctica que todo el mundo a hecho alguna vez, orinar está sancionado también en la ordenanza.