Según ha informado la policía catalana este viernes en un comunicado, los ladrones actuaban con mucha rapidez y consumaban los robos en menos de un minuto, siempre en polígonos industriales periféricos de las cercanías de Barcelona que tenían buen acceso a vías rápidas para poder huir.

Los tres ataques acreditados hasta el momento se llevaron a cabo en poblaciones de la comarca del Vallès Oriental (Barcelona) y la investigación comenzó en abril de 2017.

Los atracadores exhibían armas blancas o de fuego para intimidar a los trabajadores del local y abordaban la caja fuerte para robar dinero, aunque también se llevaron relojes de alta gama.

Se preocupaban por no dejar ningún indicio que pudiera identificarles y siempre usaban coches robados, sin repetir vehículo, incluso una vez llegaron a usar dos coches diferentes para un mismo robo: uno para llegar y otro para huir.

Tras haber sido detenidos, tres de ellos han ingresado en prisión provisional por orden del juez y un cuarto ha quedado en libertad con cargos.