Los Mossos d'Esquadra han apartado de sus funciones a un agente del área de recursos operativos (ARRO) que el pasado viernes por la noche fue grabado por un testigo golpeando y tirando al suelo a un joven que acabó detenido tras saltarse el toque de queda en Barcelona junto a una docena de personas.

Según han informado los Mossos en un comunicado, la dirección de la Policía catalana apartó el sábado de sus funciones al agente y le ha abierto una información reservada para analizar su actuación, aclarar con precisión los hechos y determinar la apertura de un expediente disciplinario si se confirma que incurrió en mala praxis.

El agente, de la unidad ARRO de la región policial de Barcelona, participaba la noche del viernes al sábado en un dispositivo para velar por el cumplimento de las restricciones de movilidad y las medidas adoptadas para prevenir el contagio del coronavirus, cuando hacia las 00.30 horas vio a una docena de personas en la plaza del Pes de la Palla, en el barrio del Raval.

Los agentes que participaban en el dispositivo comprobaron que el grupo de 12 personas estaba consumiendo bebidas alcohólicas en la calle y que incumplían la restricción de movilidad por el toque de queda, por lo que les identificaron.

Un testigo grabó desde un balcón como uno de los agentes de la ARRO golpeaba a uno de los jóvenes y le empujaba fuertemente hasta hacerlo caer al suelo, donde le redujo mientras ambos discutían a gritos, por lo que otros dos agentes se sumaron en su ayuda para detenerle.

El joven acabó arrestado por un delito de atentado a la autoridad y otro lesiones y pasó a disposición judicial el sábado, tras lo cual quedó en libertad con cargos.

Una vez los Mossos tuvieron conocimiento de las imágenes, el pasado sábado por la tarde, apartaron al agente de sus funciones en la ARRO y le han abierto una información reservada para determinar si se extralimitó en su actuación a la hora de mantenerse en los principios de oportunidad, proporcionalidad y congruencia.