El volcán de La Palma ha sufrido una fuerte explosión a raíz de una erupción fisural que tiene distintos tramos por donde puede salir magma. Tras este fenómeno, recogido en el vídeo que acompaña a estas líneas, la amplitud de la señal sísmica, el 'pulso' de la tierra, ha caído en picado.

Esto significa que el suelo, que registraba una intensa actividad antes de la onda expansiva, se ha relajado. Antes, estaba registrando un crecimiento exponencial en esta actividad.

Así, el volcán se encuentra en fase explosiva extrema, obligando a evacuar varias localidades (Tajuya, Tacande de Abajo y la parte de Tacande de Arriba), según ha trasladado el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (PEVOLCA).

Ante el aumento de la explosividad, el Gobierno de Canarias ha advertido a través de un comunicado de que "es posible que las ondas de presión asociadas a la actividad explosiva puedan causar roturas de ventanas en un radio de tres kilómetros alrededor del centro emisor" del volcán.