No molestar a los animales salvajes es algo indispensable para no poner en peligro nuestra integridad física. De ello nos avisan la mayoría de personal experto y de carteles indicadores que encontramos en las zonas en las que hay fauna salvaje.

Sin embargo, muchas personas prefieren saltarse las recomendaciones y terminan implicadas en situaciones de mucho peligro. En ocasiones, sólo por el deseo de posar con el animal.

Este es el caso de los campos de amapolas en California, que en el mes de marzo ofrece un espectacular paisaje. A pesar de los continuos avisos sobre los reptiles de la zona que aparecen en grandes carteles, los visitantes no siempre lo tienen tan claro.

Así lo explica Kevin Overduin, guardabosques de California: "No persiga a las serpientes. Sólo respete el medio natural y dedíquese a observarlo". Un mensaje que algunos visitantes se toman a la ligera.

Los hay que persiguen serpientes y los hay que, a pesar del sistema de seguridad de los zoológicos, deciden entrar, por ejemplo, en la jaula de un jaguar. Es el caso de una mujer que obtuvo, como resultado de su irresponsabilidad, múltiples heridas y un gran susto del que se podría haber librado respetando a la fauna.

Incluso siendo un domador de fieras, como los leopardos, no se está exento de sufrir este tipo de peligro. Es el caso de un leopardo que se abalanzó hacia un cuidador mientras éste estaba despistado. Por suerte, un tigre de los que cuidaba lo defendió antes de que el animal llegara hasta él.

No intervenir en el medio natural es la mejor manera de preservarlo, y también de preservar tu propia mano si con quien se lidia es un cocodrilo.