La puesta en marcha de Madrid Central en la capital se ha caracterizado a primera hora de este viernes por una densidad de tráfico similar a la de cualquier otra jornada sin la medida, aunque con algunas diferencias, como mayor presencia de vehículos en los perímetros, como las calles Alberto Aguilera y Princesa, y más taxis en calle San Bernardo o Santa Cruz de Marcenado.

Además, no ha habido una mayor presencia policial o de agentes de movilidad para explicar a los conductores cómo hacer frente a Madrid Central. La moratoria para interponer multas en caso de incumplimiento de la medida, previstas a partir de marzo, ha hecho que el tráfico sea similar al de otras jornadas en la capital.

Desde las pantallas del Ayuntamiento de Madrid han explicado que la hora punta está siendo normal, sin ningún episodio especial, y que vías como la Gran Vía, Alcalá o Atocha están despejadas. El tráfico está siendo más suave que otros días a pesar de la lluvia y no hay percances que entorpezcan la circulación.

Madrid Central elimina el tráfico de paso por el distrito y también los vehículos más contaminantes y que más kilómetros realizan para conseguir una reducción de emisiones del 40% en la zona. Su zona de aplicación está delimitada por la circunvalación de rondas, bulevares y el eje Prado-Recoletos.

Vecinos de la calle San Bernardo, una de las vías incluidas en el plan, como Cristina, ha explicado mientras paseaba a su perro que "hay los mismos coches que había ayer, o que puede haber cualquier otro día; no se ha notado mucho".

Si bien, Ricardo, propietario de un comercio en la zona, ha indicado que "quizá" sí haya "menos coches que otros días" y que "lo que hay ahora mismo es mucha furgoneta de reparto". Y es que la primera fase será informativa, con controles manuales de Policía Municipal y Agentes de Movilidad, esto es, lo que rige fundamentalmente desde este viernes es la señalización vertical y horizontal, aunque todas las cámaras estén ya instaladas.

Fuentes de la Policía Municipal han detallado que su dispositivo se va a limitar a lo que ya se anunció con la campaña de Navidad y que los policías locales van a servir de apoyo a los agentes de movilidad, que son los que se situarán en los puntos de control de acceso.

Además, desde las redes sociales han lanzando un mensaje con los datos del perímetro que supone esta zona de bajas emisiones y que ha entrado en una fase más informativa y disuasoria. De hecho, recuerdan que de momento no habrá sanciones pero sí se informará por carta a los que localicen entrando sin poder hacerlo.