Los vecinos de Pilas y Arahal, en Sevilla, han recordado a las cuatro personas de una misma familia fallecidas en Pau (Francia) y originarios de dichas localidades, en lo que parece ser un caso de violencia machista, con sendas concentraciones que han terminado con un minuto de silencio.

En Pilas, unas 150 personas se ha concentrado en la plaza de Belén, frente al Ayuntamiento para recordar a los fallecidos originarios de la localidad: un hombre de 65 años de edad, su hija y el hijo de ésta, de 2 años, Joseph.

En este municipio, un tío de la víctima, Manuel Morales, quien se enteró del suceso al reconocer una foto de la joven en las noticias, ha declarado a los periodistas que desde hacía un tiempo "su primo había estado preocupado por el bienestar de su hija, por lo cual la visitaba con frecuencia".

La casa en la que residían Manuela, su pareja y su hijo.

También ha indicado que la joven había puesto una denuncia en Francia en contra de su pareja, "a quien describió como un hombre tímido que no se integraba fácilmente en reuniones familiares".

Una vecina amiga de la familia, Rocío García, quien coincidió con la víctima cerca del Ayuntamiento de Pilas ha dicho que "estaba contento por visitar a su hija" y la definió como una persona aplicada, que se instaló en Pau tras estudiar Filología en la Universidad de Sevilla.

Por su parte, un centenar de vecinos de Arahal se han reunido en la plaza de la Corredera, ante el Ayuntamiento, para recordar a la pareja del padre de la joven fallecida, de 62 años de edad, "una buena mujer, que conocía desde el colegio y a la que todo el mundo tenía mucho cariño”, ha explicadoMaría Jesús Jiménez, una amiga de la infancia de la fallecida.

Este ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial como muestra del cariño que los vecinos tenían a esta mujer, que había sido enfermera y ahora que se había jubilado.