Los vecinos del barrio santanderino de San Román Somonte llevan siete días sin dormir. "A la una barriendo el patio y todo porque se me metían en casa", asegura una de las vecinas.

Algunos han probado de todo para acabar con ellas. "He echado de todo, vinagre, sal, lejía. Ya no sabía qué echar", explica otra de las afectadas por la invasión.

La consejería ha explicado que su aparición es normal, pero no en zonas urbanas. Las condiciones climatológicas han favorecido su aparición y caminar sin pisarlas es imposible. "Las vamos pisando a puñados", dice una lugareña.

Aunque la especie, propia del otoño, no es peligrosa para la salud pública, sí lo es para los animales y desde parques y jardines han pedido a los vecinos que tengan "cuidado con las mascotas".