Carolina lleva más de dos décadas trabajando como camarera de piso en hoteles. Dice que es un trabajo cada día más precario: "Ya nos quitan hasta la categoría de camarera de piso, que es nuestra profesión y te ponen como limpiadora".

Denuncian que los hoteles han externalizado este servicio y las empresas que ahora se ocupan de él han empeorado sus condiciones laborales. Tanto que ha llegado a cobrar dos euros por hora. "Yo tenía que hacer 15 habitaciones por día, te lo pagan a razón de dos euros", explica.

Carolina es una de las casi 100.000 camareras de piso que hay en España. Una figura clave en la hostelería que representan hasta el 30% de la plantilla de los hoteles. Pero mientras sus condiciones se han precarizado el sector turístico mejora sus resultados.

En 2015, más de 68 millones de turistas visitaron España, casi un 5% más que el año pasado. Una camarera de piso no quiere revelar su identidad por miedo a que no vuelvan a contratarla, pero ha llegado a cobrar poco más de 1 euro por hora trabajada: "Limpiaba hasta 30 habitaciones en seis horas por 1,13 euros la hora".

Estas jornadas maratonianas tienen muchas veces graves consecuencias físicas. Por eso, entre sus reivindicaciones está poder jubilarse a los 60, como reclaman en una campaña por internet. Piden dignificar un trabajo esencial en un sector en auge.