En 2012 en Abbeytown llegó al mundo Noah, un niño que nació sólo con el 2% de su capacidad cerebral, espina bífida e hidrocefalia, y al que los médicos daban pocos días de vida.

Los especialistas aseguraban que si el pequeño lograba sobrevivir al trauma que supone el nacimiento, tendría graves discapacidades físicas y mentales. Sus padres, Shelly y Rob, llegaron incluso a elegir ataúd para su hijo no nato.

El pequeño no solo consiguió sobrevivir, sino que además su cerebro ha seguido desarrollándose hasta llegar a tener uno similar a un niño de su edad, algo que los expertos catalogan como "milagro médico".

Cuando cumplió dos años, Noah ya sabía cantar, sentarse derecho y jugar a los videojuegos. Ahora el pequeño tiene cuatro años y ha aprendido a contar hasta diez, sostener un bolígrafo y calcar las letras de su nombre, según ha contado su familia en el documental que Channel 5 ha dedicado al caso.

Noé, 4, (visto con su madre Shelly) ha logrado importantes avances en los últimos nueve meses y que ahora puede escribir su propio nombre

Aún habiendo desafiado los límites de la medicina, Noah tiene algunos problemas de salud y necesita una silla de ruedas para poder desplazarse.

"Ha estado hablando mucho más y ha pronunciado palabras, ha empezado a escribir, puede seguir mi dedo y escribir su nombre", ha explicado su madre.

"Puedes ver su emoción, él sabe que ha hecho algo increíble, nos asombra todos los días", ha añadido su padre.