Miguel es uno de los 130 pasajeros que viajaban a bordo del avión Air Canada averiado este lunes y que tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto de Madrid-Barajas tras cuatro horas de vuelo para quemar combustible.

Él explica que "los primeros minutos fueron los peores": "Estaba sentado donde estaba el tren de aterrizaje que sufrió daños y notamos el golpe cuando estábamos saliendo de pista, olía a goma quemada". Además relata que la señora que iba sentada detrás de él "empezó a decir que había humo en el motor".

Dice que tuvo "algo de pánico" al ver que el avión no cogía altura, de hecho, asegura que volaban por debajo de la altura de las cuatro torres de Madrid: "Normalmente utilizamos el horizonte como referencia y en este caso estaba por debajo del techo de las torres. Yo diría que íbamos a dos tercios de altura de las torres".

Miguel explica que "tardaron un poco hasta que tuvieron el control del aparato" y que cuando alcanzaron una "altura normal" les informaron en todo momento de la situación a bordo.

Otro dato curioso que ha explicado es que él, a pesar de residir en Montreal, normalmente viaja en esa ruta Madrid-Toronto porque es operada por el modelo Dreamliner de Boeing que "es un avión nuevo, una obra maestra de ingeniería".

"Normalmente cojo este vuelo porque lo operan con el Deramliner, este vimos que era un avión más viejo y dijimos 'bueno, para un vuelo tampoco será un problema'", ha explicado, puntualizando que la mayor parte de la angustia era por sus familias.

Tras más de cuatro horas sobrevolando espacio aéreo cercano a la Comunidad de Madridm el avión de Air Canada con problemas en su tren de aterrizaje y el motor tomó tierra sin incidentes.

En unas imágenes obtenidas por laSexta se pueden ver los daños que sufrieron la rueda y el motor y que obligaron al piloto a dar la voz de alarma a la torre de control para poder volver a tomar tierra en Madrid.