Pocas veces ha habido tanta anchoa en el Cantábrico. Más ejemplares... pero cada vez, más pequeños. El centro tecnológico AZTI, especializado en la investigación marina y alimentaria, ha hallado en un nuevo estudio que abarca tres décadas de datos científicos (desde 1990 a 2021) evidencias que demuestran la reducción del tamaño de la anchoa en el golfo de Bizkaia. Las conclusiones del estudio se han publicado en la prestigiosa revista Global Change Biology. Una de las investigadoras de Atzi, Leire Ibaibarriaga, nos explica que "la disminución ha sido muy fuerte en las últimas décadas, de hasta un 25%".

Esta investigación demuestra que detrás de estas anchoas tan pequeñas se encuentran otros factores como el calentamiento de los océanos. De hecho, Ibaibarriaga afirma que "a mayor temperatura el crecimiento de los más jóvenes se acelera, pero a la vez alcanzan tamaños más pequeños que a temperaturas más bajas".

Los investigadores han confirmado dos hipótesis ecogeográficas para evaluar a gran escala cómo cambia el tamaño de los peces cuando la temperatura del agua cambia: la primera establece que, al comparar diferentes especies de peces que están estrechamente relacionadas (por ejemplo, las especies del género Engraulis), generalmente los peces tienden a ser más grandes en aguas más frías. La segunda se enfoca en poblaciones diferentes de la misma especie. Las observaciones realizadas por el centro tecnológico revelan que, en general, los individuos de las diferentes poblaciones de anchoa de Europa tienden a ser más grandes en los mares más fríos.

Lo que subrayan es que no hay problemas de exceso de pesca. Es más, se calcula que la población de la anchoa adulta en el Golfo de Bizkaia ronda casi las 150.000 toneladas. Por ejemplo, Iban Azkaray lleva 20 años faenando y en tres meses volverá a pescar anchoa aunque resalta que ahora tiene que coger 8.000 kilos. "Para ganar lo que ganabas con 1.000 kilos de anchoa, tienes que multiplicar por ocho la cantidad", nos explica.

La situación también afecta a las conserveras, como la de Juan Carlos Royo, donde el tamaño de la anchoa es clave. "Trabajamos pescados que van de 30 a 40 gramos... pero estos últimos años hay más pesca pequeña, que para el mercado nacional no vale", matiza el propietario de Anchoas Royo.