Hace unos días homenajeaban a Ekai en el monolito que hay en su pueblo, Ondarroa. Entre los asistentes estaban sus padres emocionados. El 15 de febrero se ha cumplido el aniversario dela muerte de este chico transexual a los 16 años, un suicidioque, según sus padres, fue influido por un tratamiento hormonal nunca llegó.
"Para un adolescente un mes es mucho, es un mundo, y el llevaba un año y pico esperando", asegura Elaxar Lersundi, padre de Ekai.
'Hasta luego Ekai', 'juntos en la lucha', sus padres llevan marcada en tatuajes la causa de su hijo y participan ahora en un corto-documental que quiere rendirle homenaje y romper tabúes: "La gente confunde transformismo, travestismo, transgénero, transexualidad. La gente siempre está pensando en los genitales y tendríamos que pensar más en el sentimiento de las personas", defiende Arantza Ibarra, directora de 'Mi pequeño gran samurai' .
Porque todavía hay mucho camino que recorrer. Ana y Elaxar creen que el sistema sanitario vasco no está preparado. "La primera entrada a cruces fue como el juicio de Núremberg con tres doctores", relata el padre de Ekai. La madre explica que después fueron "al psicólogo" y les dio otra "cita para estar con él" y luego una cita para estar con el psiquiatra y luego otra cita para estar con el psiquiatra".
Es por esto que piden que se "simplifique, porque sería más fácil y barato". Pero los dos se sienten arropados: "De tanto amor que hemos recibido, no es gracias solo es amor", dice el padre de Ekai. Por doble motivo recordar la memoria de su hijo y visibilizar la transexualidad.