El frío, el viento y la lluvia no han frenado a los voluntarios que buscan a Gabriel Cruz, el pequeño de ocho años que desapareció en Níjar, Almería, cuando se dirigía a casa de la prima de su abuela para jugar con los nietos de ésta.

Cientos de personas intentar dar con una pista que permita localizarlo, aunque la familia cree que Gabriel ha desaparecido de forma forzosa. "No se ha podido perder, no ha podido ir a la montaña, no es miedoso pero es prudente", subraya Patricia Ramírez, madre del menor.

En el mismo camino de tierra que une los escasos 100 metros que separan la casa de la abuela paterna y la de la prima de ésta, el camino en el que desapareció Gabriel, Patricia ha destacado que el niño "conoce la zona perfectamente, desde pequeño".

La madre está segura de que alguien está detrás de la desaparición y se ha dirigido directamente a esta persona para prometer que no habrá "represalias" por parte de la familia.

"Lo único que tiene que hacer es montarlo en un coche y dejarlo en un centro comercial, en la vía pública", ha reclamado ante los medios, asegurando que está convencida de que el menor está vivo.

Mientras, la barriada continúa abatida y sin creerse lo ocurrido y muchos ubican un vehículo, una furgoneta blanca, en el lugar de los hechos a la hora en la que Gabriel dejó la casa de su abuela.

La Guardia Civil trabaja en "todas las hipótesis" y no descarta nada, ya que en paralelo a la búsqueda se está llevando a cabo una investigación que está declarada bajo secreto de sumario.