Hacer más eficiente y sostenible cualquier proceso industrial es el objetivo que persiguen cada vez más profesionales. La producción de cerveza no escapa de esta tendencia, como vemos en el vídeo que acompaña a estas líneas.

Alfredo García-Cuevas, director del centro de producción de 'Mahou-San Miguel' en Burgos, explica a laSexta cómo reutilizan el calor de los hornos que funden vídrio en la fábrica que está junto a ellos, convirtiéndolo en vapor que usan para los procesos de elaboración de cerveza, ahorrando energía.

El calor se almacena en un intercambiador, convirtiéndose en vapor y viajando por conductos de una fábrica a otra, almacenándose en los conductores de salida de las calderas. Las calderas calientan el agua que ayudará a macerar la materia prima.

"Se usa ese vapor para infusionar la malta con agua caliente", explica García-Cuevas, lo que conlleva un uso más eficiente de la energía. Su consumo de gas y sus emisiones de CO2 se han reducido cerca de un 70%, eliminando, además, su uso de plástico al año, cambiando las anillas de plástico por anillas de cartón.