Un grupo de presos en régimen semiabierto invadió un pabellón del Complejo Carcelario de Aparecida de Goiania donde se encontraban reclusos de un bando rival e incendiaron algunas instalaciones, de acuerdo con la Superintendencia Ejecutiva de Administración Penitenciaria (Seap).
Los presos incendiaron algunas instalaciones, por lo que fue necesaria la presencia de los bomberos para sofocar el fuego. Un total de 34 presos consiguieron darse a la fuga durante el motín, que según las primeras informaciones ya fue controlado por las autoridades penitenciarias.
Familiares de los presos se agolparon en la puerta de la cárcel para intentar conseguir informaciones sobre lo ocurrido y algunos de ellos llegaron a ser avisados de la matanza por los propios internos mediante aplicaciones de mensajería instantánea, según relataron medios locales.
Brasil vivió en enero del año pasado uno de los episodios más trágicos de su historia carcelaria con matanzas en prisiones de los estados de Amazonas, Roraima y Rio Grande do Norte, que causaron más de 130 muertos.
La peor masacre tuvo lugar hace exactamente un año en el Complexo Penitenciário Anísio Jobim (Compaj), en la ciudad amazónica Manaus, donde 56 presos murieron en un enfrentamiento entre facciones rivales, lo que mostró la gran influencia que tienen en el interior de las cárceles y evidenciaron la inseguridad, el hacinamiento y las malas condiciones del sistema penitenciario brasileño.