Según el informe del organismo de la ONU para la migración, con dato hasta el pasado 19 de diciembre, en este ejercicio llegaron a las costas españolas 56.480 migrantes en pateras a través de la ruta del mediterráneo occidental, un 281 % más que los 20.043 de 2017.
Según los datos de la OIM, las llegadas de inmigrantes a través de la vía marítima se redujeron de forma drástica en Italia este año de los 118.914 de 2017 a 23.126 y se incrementaron en Grecia de 28.800 a 31.310 este año y Chipre de 501 a 1.035.
La OIM apunta que las llegadas a España hasta el 19 de diciembre supone casi la mitad 49,93% de todas las llegadas irregulares a través del Mediterráneo a la región conformada por España, Italia, Grecia, Chipre y Malta.
El organismo calcula que el ejercicio, con una media de 160 personas por día, es posible que en 2018 se superen las 58.000 llegadas.
En uno de sus últimos informes, la OIM remarca que en la ruta del Mediterráneo occidental, que emplean grupos de migrantes que parten de Marruecos y Argelia, existen "notables dificultades" en materia de protección y graves violaciones de derechos humanos.
Entre ellas destacan, además de las muertes en el mar, el desierto y otros lugares de tránsito, las desapariciones de migrantes, situaciones de explotación y abuso físico y emocional, trata de personas, tráfico de migrantes, violencia sexual y de género, detenciones arbitrarias, trabajos forzosos, peticiones de rescate y extorsiones.