La menor de 17 años que ha denunciado una violación grupal por parte de cuatro hombres en un domicilio ocupado de Manresa ofreció a los investigadores un relato "valiente y veraz" al que los agentes dan "total credibilidad", según informa Mayka Navarro en La Vanguardia.

Los Mossos tardaron dos horas en detener a los presuntos agresores sexuales de la joven, después de que la víctima consiguiera llamar a escondidas al 112 después de arrebatarle el teléfono a uno de sus agresores dentro del piso.

El domicilio se encuentra en el centro histórico de la ciudad y estaba okupado ilegalmente por un grupo numeroso de adolescentes que solía entrar y salir, aunque algunos vivían allí. Además, el grupo provocaba problemas con vecinos del barrio de Escodines, donde se sitúa el inmueble.

En esa llamada, la joven no pudo especificar dónde se encontraba el piso en el que afirmaba que había sido agredida por los cuatro hombres. Sin embargo, uno de los agresores vio que estaba llamando y le arrebató el móvil con fuerza antes de colgar bruscamente tras decirle al operador que la chica se encontraba bien.

La llamada fue suficiente para que el operador pusiera en marcha el protocolo de investigación. La víctima consiguió escapar del domicilio poco después y volvió a llamar al 112 para decir dónde se encontraba desde un teléfono que le habían prestado. La última llamada la hizo desde el móvil de un hombre que la encontró desorientada y con el que había coincidido en el piso, pero que se había marchado antes de que empezara la agresión sexual.

A través de él conocieron la localización del piso y allí encontraron a los cuatro presuntos agresores, de entre 18 y 24 años. La ropa interior de la joven estaba tirada en el suelo.

Posteriormente, el forense del hospital confirmó que la menor había sido víctima de abusos sexuales y su relato, según los Mossos era "coherente y veraz". Mientras, los investigadores analizaban desde dónde se habían realizado las llamadas para dar con los agresores.

Este lunes regresaron esposados a la habitación donde se produjo la agresión sexual, pero no quisieron declarar. Este martes lo han hecho de nuevo ante el juez.