Hemos visitado uno de los centros de la Comunidad de Madrid donde residían algunas de las víctimas de la trama de explotación sexual a menores por la que han detenido a 37 personas. Allí, una de las residentes que conoce a dos de las víctimas explica que se relacionaban con gente complicada: "Estaban metidas en temas de bandas y a lo mejor cogió alguien y se las llevó".

Además, cuenta que ha evitado ese tipo de compañías y que la manera de captar menores suele ser siempre la misma: "Te ofrecen primero un cigarro, después un porro, después una pastilla y después te ofrecen irte a su barrio, donde puede pasar lo que ha pasado".

La Policía Nacional liberó a 10 menores víctimas de este entramado de explotación sexual. Una de ellas, según nos cuenta la joven, ha vuelto al centro y está protegida y "bien": "Podría salir por navidades pero no la dejan salir de momento por si le volviera a pasar", explica.

También admite que algunos de sus compañeros se fugan o traten de hacerlo, sobre todo los más conflictivos. "Esto lo ven como una cárcel y los que más la lían y solo pueden salir una vez al mes pues aprovechan cualquier permiso para fugarse". Aunque reconoce que hay controles y que si a las dos horas de margen no vuelven, llaman a al Policía.

En esta operación policial, desarrollada en Madrid, se detuvieron a 37 personas.