En 1974 el paciente se tragó el juguete y estuvo en su pulmón 40 años hasta que comenzó a sufrir tos crónica y acudió al médico. Según la 'CNN', el paciente recuerda que a los siete años se comió la pieza.

El hombre estuvo varios meses con un tratamiento para la neumonía y engrosamiento y rigidez del pulmón derecho, al no notar mejora, acudió a otra clínica donde la diagnosticaron cáncer e infección. "Actuamos muy rápido porque una infección bacteriana puede extenderse a otras partes del cuerpo, por fuera de los pulmones", señaló el médico según la 'CNN'.

Después de la operación de urgencia, el médico afirmó que "una de sus vías respiratorias fue capaz de remodelarse y adaptarse a la presencia de este cuerpo extraño" y que, afortunadamente, el plástico fue inofensivo.