En Estados Unidos parecen haber encontrado el secreto para lucir músculo. “Si quieres ponerle algo a tu batido de proteínas que sea leche materna”, explica en uno de los asiduos de los gimnasios.

La compran por Internet sin ningún tipo de control sanitario y la toman, a veces, a disgusto, pensando en sus milagrosos efectos para reforzar nuestra musculatura.  Pero están equivocados porque según la nutricionista Laura Zurita: “Este alimento tiene una menor cantidad de proteínas frente a otros lácteos”.

Pero el furor por el lácteo humano no queda ahí. En la red  hay tutoriales que enseñan a elaborar jabones caseros a base de este alimento natural.  “Es uno de los remedios para gente con piel seca y eczema”, afirma otra de las consumidoras. Prometen curaciones pero, otra vez  no tienen base científica.

“Las propiedades de la leche materna podrían perderse ya que no sabemos los procesos químicos exactos que se realizan para su formación”, explica Aleya Maque, médico estético de la clínica Cristina Álvarez.  Hay que tener en cuenta, además, que la leche puede estar contaminada con diferentes enfermedades como el VIH o la hepatitis.