Vacunar en España cuesta el doble que en 2019, en torno a los 1.500 euros de media por persona. Este aumento se debe a que hay nuevas vacunas, como la del herpes zoster y un tipo de meningitis infantil, que son especialmente caras. Aún así es rentable, ya que un ingreso puede ser hasta siete veces más caro.

La razón por la que su precio se ha duplicado responde a varios factores. Por un lado, "se han introducido cuatro nuevas vacunas", informa Vanesa López, directora de Salud por derecho; y algunas de las nuevas cuentan "con una tecnología que es más costosa que esas vacunas que venimos usando algunas desde hace 20 años". Por lo que "es lógico que ese precio suba", asegura Jaime Pérez, médico de medicina preventiva y presidente de la asociación Española de Vacunología.

Aun así, sigue siendo más barato vacunar que no vacunar, porque el coste de administración de la vacuna es menor que el ahorro que te supone. Y, es que, si una persona ingresa por una gripe, su tratamiento costaría 3.276€, mientras que la vacuna para prevenir ese virus cuesta 108€ para un adulto.

Sin embargo, para la ONG Salud por Derecho, esa afirmación es un arma de doble filo y falta transparencia y aseguran que la tendencia al alza de estos precios responde a un mercado monopolizado por unos pocos proveedores. Por eso, exigen que los precios se fijen en función de los costes reales y se le añada un margen de beneficio razonable para evitar abusos.

Por su parte, desde la Asociación Española de Vacunología aseguran que es difícil que se den esos abusos porque todo el proceso está evaluado. "Necesitan demostrar que son beneficiosas no solo para la salud, sino también para todo el sostenimiento del sistema sanitario", explica el doctor. Es por eso que, ante un posible abuso, aseguran, esa vacuna quedaría fuera del mercado.