El Hospital Gregorio Marañón de Madrid ya cuenta con un quirófano único en el mundo que incluye la tecnología más pionera en una única zona. Se divide en tres espacios: planificación, impresión y la sala de operaciones con realidad virtual. Lo primero que se hace es realizar un TAC al paciente justo antes de la operación.

Una vez hecho, en una primera sala de planificación se analiza si el tumor, en este caso en la cadera, ha crecido respecto a la última revisión que se le hizo al paciente. De esta forma, comprueban que el tumor ha crecido. "Obviamente, no se puede hacer la intervención que teníamos prevista", explica Rubén Pérez, jefe de cirugía ortopédica del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

Gracias a la innovadora impresora 3D, los facultativos modifican la planificación sobre la marcha, mientras el paciente está ya en la camilla. En este caso, se ha modificado la guía quirúrgica, un producto sanitario que se utiliza para extirpar tumores de una forma más precisa.

En una sala dos, que está justo detrás del quirófano, se crean esas nuevas guías con impresoras 3D. No solo guías, sino que también pueden fabricar biomodelos, reproducciones de partes de nuestros organismos que se utilizan para hacer simulacros de las operaciones. Una vez tienen la nueva pieza fabricada, se lleva a la sala de operaciones. Ahora ya sí pueden intervenir. "En operaciones complejas como son las oncológicas que suelen durar unas ocho horas, el tiempo se reduce a la mitad", señala el doctor Pérez.

En la sala de quirófano cuentan, además, con unas gafas 3D. Con ellas, pueden operar apoyándose en hologramas. De esta forma, pueden observar partes del organismo que a simple vista no podrían.