En Jerez de la Frontera, la suerte sonrió a Perico y Tani, un matrimonio de jubilados, que este domingo decidió hacer algo distinto: en lugar de jugar su habitual euro en la Bonoloto, apostaron dos. Ese pequeño cambio les trajo una gran sorpresa: un premio de más de un millón de euros. "Pasa una vecina y le dice: Perico, en el pueblo ha tocado algo gordo", comenta Tani entre risas, recordando el momento en que se enteraron de la noticia.
Perico, incrédulo al principio, fue informado por su mujer cuando ella le llevó la noticia al bar de siempre, donde habían tomado su tradicional desayuno de dos cafés, dos molletes y el billete ganador. "Cogí el móvil...no sé qué me entró. Cogí el bastoncito y fui a buscarlo a él", cuenta emocionada.
El premio de exactamente 1.125.087 euros ha caído en una familia que, según la lotera del barrio, "no podía haberle tocado a mejores personas". Y aunque los jubilados ya tienen decidido compartir el premio con sus hijos, también tienen claro cumplir algunos sueños personales. Tani menciona que usarán parte del dinero para arreglar la casa, un deseo que llevaban tiempo postergando.
Por su parte, Perico sorprende con su capricho: en lugar de cochas de lujo o grandes compras, sueña con algo más modesto. "¿Qué quieres tú en vez de un coche?", le preguntaron, y él respondió: "Como soy arriero, quiero un burro". Eso sí, tiene una condición clara: "Bajito, que sea bajito", bromea, imaginando el animal que le acompañará en su huerta.
Así, mientras comienzan a disfrutar de su recién ganada fortuna, Perico y Tani ya están echando nuevas combinaciones. "No ha pasado ni un día... ¡Ya estamos aquí otra vez!", ríen.
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