Una mujer que dio a luz
en 2011 en Volgograd, en Rusia, fue informada de que su hijo no viviría más de
una semana después de nacer, por lo que
los padres firmaron una autorización para que el bebé se quedara a cargo del
hospital hasta su muerte. Cinco días después, los padres se arrepintieron y
regresaron al hospital para recuperar a su hijo y fue entonces cuando les
comunicaron que ya había fallecido.
Ahora, siete años
después, el matrimonio ha recibido una factura por la estancia de su hijo en un
orfanato, según informa 'Metro'. La madre, sorprendida, acudió al centro para
averiguar el porqué de la factura y allí descubrió que, por un error
administrativo, su hijo seguía vivo sin que ella lo supiera.
Al recibir la noticia,
la madre se desmayó. "Era evidente que la pareja había estado segura
durante todo este tiempo de que el niño había muerto. Los padres recurrieron
inmediatamente ante el tribunal para restablecer sus derechos", explicó un
portavoz de los funcionarios.