Ecologistas en Acción aseguran que "sigue emitiendo contaminantes".
Pero sus mediciones, dicen, no son reales porque el nivel de contaminación
depende de la dirección del viento.
Mientras, el Quiñón continúa como un barrio casi fantasma. El
colegio no abrirá sus puertas de nuevo hasta el 1 de junio, y ya van casi 15
días sin clase.
Giorgetta pasa prácticamente todo el día encerrada en casa
para evitar que sus tres hijos respiren el humo del incendio. En el bar de
Gerardo los clientes apenas entran, calcula que en este tiempo ha reducido a la
mitad sus ganancias.
Así que las mascarillas y la indignación se han convertido
en la bandera de estos vecinos que piden información veraz y soluciones tras muchos días incertidumbre.