La Agencia Europea de Seguridad (EASA) y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) han anunciado este miércoles que retirarán la recomendación de que las mascarillas sean obligatorias en vuelos y aeropuertos como parte de las medidas antiCOVID.

La actualización del Protocolo conjunto de Seguridad Sanitaria en la Aviación tiene en cuenta la situación actual en relación a la pandemia, en particular los niveles de vacunación y de inmunidad adquirida de forma natural, han señalado las organizaciones en un comunicado.

En vista de ésta, es posible comenzar a relajar las restricciones en vigor en lo que respecta al tráfico aéreo, lo que ayudará a aliviar la carga que éstas suponen para el sector. "A partir de la semana que viene, las mascarillas ya no tendrán que ser obligatorias en los viajes aéreos en todos los casos, en línea con la modificación de requisitos para el transporte público de las autoridades nacionales en toda Europa", ha declarado el director ejecutivo de EASA, Patrick Ky. Ha agregado que es un "gran paso" hacia la "normalización" para pasajeros y personal, aunque ha conminado a los primeros a actuar con "responsabilidad" y plantearse usar mascarilla por ejemplo si están estornudando y tosiendo.

La nueva recomendación entrará en vigor el 16 de mayo, pero las normas particulares podrán seguir variando a partir de esa fecha, por ejemplo en trayectos entre países donde el uso de mascarilla en el transporte público todavía sea un requisito. Los pasajeros vulnerables deberían seguir usando mascarilla independientemente de las reglas, subrayaron las agencias.

Desde AENA apuntan a laSexta que lo que prima en España es la ley del 20 de abril por las que son obligatorias en los medios de transporte. Así, recalcan que esto es una recomendación europea y solo una recomendación, por lo que en España seguirá siendo obligatoria en los aviones.

"Aunque sigue habiendo riesgos, hemos visto que las intervenciones no farmacéuticas y las vacunas han permitido que nuestras vidas empiecen a volver a la normalidad", ha afirmado la directora de la ECDC, Andrea Ammon. Ha matizado sin embargo que el uso de mascarilla, junto con la distancia de seguridad y la higiene de manos, es una de las mejores medidas para reducir el riego de transmisión.

"Las normas y requisitos de los estados de origen y de destino deben ser respetadas y aplicadas de forma coherente y los operadores deberían ocuparse de informar a los pasajeros de las medidas requeridas", ha apuntado.

Las organizaciones señalaron además que, aunque muchos estados ya no requieren que los pasajeros rellenen un formulario de localización antes de emprender el viaje, las aerolíneas deberían mantener sus sistemas de recolección de datos en estado de reposo, para activarlos por ejemplo en el caso de que aparezca una nueva variante COVID. Además, animaron a los pasajeros a respetar las distancias de seguridad en el aeropuerto, cuando sea posible, aunque los operadores de estas infraestructuras deben adoptar un "enfoque pragmático". "Por ejemplo, deben evitar imponer requisitos de distanciamiento si estos van a llevar a que se formen cuellos de botella en otros puntos del trayecto," han destacado.