Hay muchos tipos de mascarilla, las higiénicas, las quirúrgicas, las EPI... pero ¿sabemos realmente cuáles son las más útiles? ¿sabemos cómo colocarlas para que cumplan correctamente su función?

Judit Horwell, profesora en la Universidad de Durham y directora de la Red Internacional de Peligros para la Salud Volcánica (IVHHN), ha lanzado una publicación en la que habla sobre todos los tipos de mascarilla existentes.

Una de las que ha analizado ha sido la FFP2, que normalmente viene doblada por la mitad. Al respecto ha explicado que no forman un cierre o "sello" correcto porque "el clip" que lleva sobre la nariz "está doblado" y esto puede hacer que respiremos aire contaminado. Así, ha recomendado que cuando utilicemos este tipo de mascarilla la ajustemos "a la nariz sin pellizcarla".

En la publicación también ha hablado sobre las mascarillas redondas rígidas de las que dice que "son poco flexibles" a la hora de ajustar la forma a la cara. En el lado contrario se sitúan las mascarillas "en forma de barco", de sus favoritas, "porque se adaptan muy bien a los distintos tipos de rostro" y son "muy cómodas".

Esta experta nos aconseja probar varios elementos de protección de este tipo para dar con uno "que se ajuste bien y no deje entrar ni salir el aire por sus bordes". Y es que, según explica, este "solo debe salir o entrar a través de la tela de la mascarilla que actúa de filtro".

En este sentido, recuerda que las mascarillas que se comercializan "han pasado las pruebas" correspondientes y "filtran las partículas y aerosoles" correctamente, pero "su efectividad real también depende de cómo se ajuste a la cara".