Durante los meses de verano, la localidad de Miño, en A Coruña, duplica su población. "Muchos turistas, mucha gente que tiene segunda residencia", comenta el alcalde de la localidad, Manuel Vázquez.

Unos veraneantes que son también potenciales pacientes en unos centros de salud, en los que, denuncian desde el consistorio, no hay suficientes médicos. "Aquí falta un médico de los tres que habían, y los vecinos vienen y se quejan", dice Vázquez.

Este déficit en la atención primaria lo sufren también en el municipio vecino de Sada, cuya población aumenta 4.000 habitantes en esta época.

Más pacientes y menos médicos se traduce en falta de asistencia también en el servicio de ambulancias. "Solo tenemos una ambulancia para los dos concellos en todo el fin de semana", denuncia Benito Portela, alcalde de Sada.

Desde la Xunta de Galicia dicen que su prioridad es reforzar los servicios de Urgencias porque, según Antonio Fernández, gerente del Servicio Gallego de Salud, "normalmente esta población flotante que acude durante las vacaciones lo que tiene son urgencias".

Achacan estos problemas para cubrir las vacantes a la falta de médicos de cabecera a nivel estatal. "No encontramos médicos de familia para hacer sustituciones y mucho menos para hacer ampliaciones de plantilla", manifiesta Fernández.

Pero estas explicaciones no les convencen; Miño y Sada exigen una mayor previsión por parte de la Xunta y un aumento de las contrataciones para poder disfrutar del verano sin más esperas.