El confinamiento por la crisis del COVID-19 ha tenido un impacto negativo en nuestra salud visual. Así se desprende del informe realizado por la asociación de utilidad pública Visión y Vida. Según este estudio, más de la mitad de los españoles afirma que su visión ha empeorado en este periodo.

Se trata del primer informe en España con datos reales sobre salud visual tras el confinamiento. Los datos, extraídos de una muestra de cerca de 2.000 revisiones realizadas durante la desescalada en diferentes establecimientos sanitarios de óptica de España, se han cruzado con el resultado de una encuesta al ciudadano (cerca de 500 personas).

Según el informe, tres de cada cinco ciudadanos (un 60,2%) asegura haber forzado la vista durante el confinamiento. Los síntomas más frecuentes de este confinamiento han sido dolor de cabeza, visión borrosa y sequedad ocular. Fruto de esto, el 54,2% sostiene que se realizará una revisión visual antes de irse de vacaciones de verano. No obstante, las revisiones realizadas durante la desescalada ya muestran algunas consecuencias de lo ocurrido: que al 57,4% de la ciudadanía realmente sí que les ha empeorado su visión.

Además, siete de cada diez adolescentes (12-19 años) han sufrido un cambio de graduación en este periodo y a uno de cada diez se le han adaptado por primera vez gafas (7,7%) o lentillas (2,4%). Con respecto a los adultos (más de 40 años), cinco de cada diez (un 47,2%) han sufrido un cambio de graduación.