Los pasajeros de un vuelo de Ryanair entre Praga y Madrid tendrían que haber despegado a las las 9:30 de la mañana. Tras embarcar a las dos de la tarde, a las ocho de la noche continuaban sin poner rumbo a Madrid. "Nos están tratando como verdaderos animales", cuenta uno de los pasajeros.

Y con esta advertencia por parte de la aerolínea: "Si abandonan el avión viajarán mañana o el día pertinente que Ryanair les dé".

En un primer momento la compañía lo ha justificado por las inclemencias meteorológicas, algo que los expertos no se explican en un lugar como Praga.

"Entiendo que un caso de nieve y más en un país acostumbrado a la nieve, llamarlo caso de causa mayor no estaría justificado ante la autoridad aeronáutica", explica Antonio Escobar, portavoz de SITCPLA.

Según lo que les han indicado a los pasajeros no podían descongelar correctamente las alas del aparato. Después la tripulación ha excedido su número de horas permitido por ley y la tensión ha ido en aumento.

Incluso algunos pasajeros han tenido que ser atendidos por crisis de ansiedad.

La Agencia Europea de Seguridad Aérea marca un límite de tres horas de los pasajeros en un avión. "La propia normativa de Ryanair dice que cuando hay más de dos horas de retraso, la compañía hará todo lo posible para desembarcar a los pasajeros", explica Escobar.

laSexta ha contactado con Ryanair pero de momento no tenemos explicación por parte de la compañía de lo sucedido.