El 60% de los conductores no ve a los ciclistas cuando los adelanta, como demuestra un sistema eléctrico al que se han sometido varios conductores para elaborar un informe de la fundación Mapfre. Dicho aparato mide desde el ritmo cardíaco o el nivel de sudoración, hasta los gestos de la cara para entender qué hay en la cabeza de un conductor cuando adelanta a un ciclista.

La mayoría de los que conducían se mostraron más concentrados cuando el ciclista llevaba puesto un chaleco reflectante, incluso su visibilidad aumentaba un 39%. Sin embargo, para la mayoría de los que iban al volante, el conductor era invisible.

Un nuevo sistema de frenado hace que el coche se pare automáticamente cuando reconoce a un ciclista. Su incorporación a los coches podría evitar cientos de accidentes en los que se ven involucrados.

En 2017 murieron 78 ciclistas y 7.000 heridos. La mayoría de los accidentes se produjeron en ciudad y el momento más crítico es al girar y en los cruces. Estadísticas que nos demuestran que el ciclista sigue siendo el más vulnerable de las carreteras.