Ayuri sonríe porque en
sus manos lleva 35.000 firmas
para exigir a la Asamblea de Madrid que ningún niño se quede sin terapia. Tiene espina bífida y "precisa
de una enfermera en la escuela infantil que la Comunidad de Madrid, en la educación
de 0 a 3 años no proporciona".
Héctor es autista y
tiene un 37% de discapacidad y su madre explica que han pasado cinco años para
tener diagnóstico: la atención temprana solo cubre hasta los seis años.