Canarias está registrando cifras récord de llegadas de migrantes en las ultimas horas. En el campamento improvisado en el Muelle de Arguineguin (Gran Canaria), son ya casi 2.300 las personas que permanecen hacinadas en condiciones infrahumanas.

Durmiendo sobre mantas, viviendo, comiendo y orinando hacinados en carpas de emergencia en el muelle que tiene 400 metros cuadrados.

Onalia Bueno, alcaldesa de Mogán, ha denunciado la situación y pide recursos. "No se puede consentir que un campamento que se instaló de forma provisional para albergar como mucho a 400 personas estén ahora casi superando las 2.300 personas", ha indicado.

Quienes llegan, buscan la sombra de las letrinas, o en el camión cisterna que les acompaña como decorado. La presión migratoria que recibe Canarias, con cifras de récord, como las 2.118 personas que llegaron a sus costas este fin de semana, tensa la cuerda.

La Policía, con diez trabajadores por turno para más de 2.000 personas, también se encuentra física y psicológicamente al límite. "Estamos sobrepasados y necesitamos refuerzo de personal de otros puntos de España", ha manifestado Pablo Moscoso, Vocal Consejo de la Policía de JUPOL.

El Ministerio del Interior se ha comprometido a cerrar este campamento, que lleva en pie desde el 20 de agosto, en semanas. Desde el Ayuntamiento de Mogán piden a Defensa ayuda ya para que se habiliten instalaciones militares, como se hizo en 2006, con territorios militares. Reconocen que la situación es de emergencia humanitaria y vulneración de derechos humanos.