Rocío lleva 17 meses preparándose el MIR pero, aunque apruebe, no tiene garantizada la plaza. "Se presentan más de 13.000 personas y hay unas 6.100 plazas, es decir, la mitad de los aspirantes se quedará sin plaza", lamenta la joven.

Realidad a la que se enfrentan cada año miles de médicos recién titulados y que se ha duplicado en comparación con los 3.000 facultativos que se quedaron fuera el año pasado.

"No pueden ejercer en la pública, así que les queda la privada o volverse a presentar al MIR", explica Ángela Hernández, presidenta de AMYTS.

A esto hay que sumarle la precariedad laboral a la que se enfrentan muchos médicos a los que después de aprobar, sacar plaza, y terminar su residencia de hasta seis años, lo único que se les ofrece son contratos de días, tres meses en el mejor de los casos.

"Hay gente con una especialidad que se vuelve a presentar al MIR para garantizarse una especialidad", apunta Hernández.

Almudena es una de tantos médicos víctimas de esa inestabilidad laboral que se les presenta a muchos de ellos al finalizar su especialidad. "Cuando terminas la especialidad enlazas contratos hasta que tienes una interinidad".

En los últimos cinco años más de 15.000 facultativos han pedido la homologación de su título para poder ejercer en otros países.

Muchos de los más de 13.000 estudiantes que hoy hacen el MIR, tendrán que hacer las maletas para intentarlo fuera.