Este año, los municipios no competirán solamente por la bandera azul sino también por conseguir la bandera verde: 136 ayuntamientos españoles quieren que los locales a pie de playa sean líderes en el reciclaje del vidrio.

En verano, la contaminación por este tipo de envases se triplica. Al final del verano, se entregarán nueve banderas a los municipios más ecológicos. 15.000 bares y chiringuitos españoles están en plena competición.

Jesús Gutiérrez, gerente de Ecovidrio Málaga, explica el proyecto: "Vamos a otorgar solo nueve banderas verdes en toda España, que al final es un reconocimiento al municipio más concienciado con el reciclaje de vidrio en verano". Cada municipio tiene unos objetivos, los nueve que más recojan tendrán la bandera.

El verano es la época en la que más residuos de vidrio se generan, un tercio de todo el año. Y la mitad se produce en los chiringuitos. Los hosteleros son conscientes de que se genera una cantidad de vidrio "impresionante".

Con esta iniciativa, en un año se evita la emisión de más de 22.000 toneladas de CO2 a la atmósfera. Esta cantidad equivale a las emisiones de un coche durante 24 viajes Madrid-Pekín o a 6 viajes en avión dando la vuelta al mundo por el ecuador.

Los hosteleros son conscientes de su responsabilidad y saben que tienen que concienciarse: "Si cada restaurante tira dos cubos de vidrio, al final estaríamos hablando de muchos kilos de vidrio".

Se trata de un material que se degrada de una forma lentísima pero que si se recicla es 100% aprovechable. Los dueños de chiringuitos y bares creen que el reciclaje no es complicado y se trata de "crear un hábito". Un hábito que puede hacer que sus municipios tengan bandera azul y verde.