Fin de semana trágico en las montañas españolas: los cuerpos de rescate han tenido que realizar siete operaciones extremas para tratar de salvar la vida de senderistas accidentados en el Pirineo oscense.

Estos accidentes se han saldado con tres muertes, la de dos mujeres que se precipitaron al vacío en Collados del Asón, en Cantabria, y un turista holandés que la Guardia Civil halló sin vida en el interior de una tienda de campaña Panticosa.

El rescate de las dos mujeres se produjo en un marco de extremo riesgo. Un equipo especializado trataba de localizar a las senderistas por aire mientras otro intentan llegar haciendo rapel. Sin embargo, el frondoso arbolado de una de las laderas de la ruta de Los Campanarios no se lo puso fácil al helicóptero de rescate.

Finalmente, los equipos de rescate lograron acceder al lugar donde encontraron los cuerpos sin vida de dos mujeres de 40 y 50 años. Antes de evacuarlos, una patrulla tenía que custodiar los cadáveres, mientras el helicóptero se desplazaba al municipio de Polaciones. Allí trataba de rescatar a otro senderista, un hombre de 57 años que había sufrido un ictus.

Otra de las operaciones del fin de semana se ha producido en Huesca, donde un equipo de la Guardia Civil ha tenido que abrirse paso entre la niebla para llegar a una tienda de campaña a 3.000 metros de altura, en el Pico de los Infiernos, Panticosa. Tras una travesía de 50 minutos hallaban el vivac. El jefe de montaña de la Guardia Civil de Huesca ha explicado que en el interior se encontraba un cuerpo sin vida "sin signos de violencia". "El helicóptero hizo varios intentos por acceder a la cima, pero le fue imposible, por lo que tuvieron que acceder andando a unos 50 minutos", ha expresado.