Circular y llegar a un destino sin recibir ninguna instrucción del examinador durante los primeros diez minutos de prueba o saber conducir de forma eficiente, son algunas de las novedades del examen práctico que hoy se pone en marcha en todos los centros de Tráfico. Un nuevo modelo con el que España unifica sus criterios con los del resto de países de la UE.
La duración de la prueba será, como mínimo, de 25 minutos para los permisos de la clase A1, A2, B y BTP - motocicletas, turismo y vehículos de capacitación profesional - y de 45 minutos para los permisos profesionales de camiones o autobuses.
Como norma general el examinador agotará el tiempo de la prueba, salvo en tres casos: que el conductor cometa una falta que suponga un peligro real, que el examinador intervenga de manera justificada o que quede acreditada una manifiesta impericia del aspirante.
Pero las grandes novedades se producen antes de ponerse al volante. El alumno tendrá que responder a cuestiones referentes al vehículo como localizar el depósito del líquido de frenos o demostrar que sabe poner las luces antiniebla.
Una vez superadas las preguntas, como máximo dos, comenzará la prueba práctica que en sus primeros diez minutos será autónoma, es decir, el examinado circulará sin recibir instrucciones concretas salvo una indicación genérica sobre el destino al que debe dirigirse.
Transcurridos estos 10 minutos de conducción independiente, el examen seguirá siendo como hasta ahora, es decir, de circulación guiada.
Concluida la prueba, el propio examinador sera quien comunique al aspirante, y en presencia únicamente de su profesor, el resultado del examen, junto con una explicación breve de su evaluación que no excederá de los dos minutos, sin entrar en discusión sobre las faltas concretas cometidas pero sí para que conozca qué ha hecho bien y qué debe mejorar.