Marta Calvo y Jorge Ignacio P.J. habrían tenido un encuentro previo al del 7 de noviembre, dándose la muerte de la joven en la segunda cita, según ha declarado el detenido ante la Guardia Civil. Un contacto que, tal y como informa 'Levante-EMV', estaría corroborado por el listado de llamadas de la víctima.

El acusado, quien ha insistido en su inocencia como presunto autor de la muerte de la joven, sostiene que la chica falleció de manera accidental tras consumir cocaína.

El detenido, según su propia declaración, habría descuartizado el cuerpo de Marta Calvo y se habría deshecho de los restos por miedo a ser acusado de su muerte, arrojándolos a diferentes contenedores.

Además, Jorge Ignacio P.J. ha llegado a afirmar que nunca habría acabado con la vida de la joven porque esta "era maja" y le "caía bien". Unas palabras que se suman a las de perdón que ha dirigido a la familia de la chica.

No obstante, los investigadores se han mostrado reticentes ante la versión del acusado. Según señaló el periodista Alfonso Egea, uno de los centros de procesamiento de residuos a los que acudió la Guardia Civil descartó la hipótesis del descuartizamiento, asegurando que eran "capaces de detectar objetos del tamaño de un yogur, y sería imposible" que se les hubiera pasado algo así.

Este lunes se ha reanudado la búsqueda del cuerpo sin vida de Marta Calvo, cuando se cumple un mes de su desaparición.

La versión del detenido

Según ha publicado 'Levante-EMV', Jorge Ignacio P.J. ha declarado que conoció a Marta Calvo aproximadamente dos semanas antes del 7 de noviembre a través de una página web de citas.

De esta manera, tuvieron una primera cita en la casa del detenido, de la cual el acusado ha destacado que Marta le "había gustado" y "caído bien".

Por ello, el 7 de noviembre, Jorge Ignacio P.J. decidió llamarla para que acudiese a celebrar su cumpleaños con él, en un encuentro que estuvo marcado por el consumo de cocaína.

Marta Calvo, según el detenido, falleció a causa de una parada cardiorrespiratoria tras mantener relaciones sexuales. En ese momento, el acusado, por miedo a ser inculpado por su muerte, "bloqueado por lo sucedido", decidió "descuartizar el cuerpo y llevarlo a diferentes contenedores en bolsas de basura".