La búsqueda del marinero peruano desaparecido tras el naufragio del pesquero Vilaboa Uno frente a la costa de Santander ha seguido activa durante la noche del lunes con un dispositivo por mar reducido. Fuentes de la Delegación del Gobierno han informado de que el buque de Salvamento Marítimo María de Maetzu y el buque hospital Juan de la Cosa, del Instituto Social de la Marina, han continuado buscando a este tripulante por la noche, tras completar el helicóptero Helimer su última ronda.

Cuando ha amanecido, sobre las 8.00 horas de este martes, se ha reanudado el dispositivo que se ha desplegado durante todo este lunes, que además de estas embarcaciones incluye otros dos helicópteros, pesqueros y mercantes, patrulleras y un avión de la Guardia Civil y lanchas de prácticos. La Agencia Estatal de Meteorología ha anunciado para este martes en Cantabria cielo poco nuboso o despejado, con temperaturas con pocos cambios, lo que favorece las labores de rescate.

Además, durante la mañana del martes se sumergirán en la zona los buzos del GEAS provenientes de Asturias, que llegaron ayer por la tarde a Santander y que entrarán en el agua para analizar la situación. Según las declaraciones de los supervivientes, este marinero desparecido podría haber quedado encerrado dentro del barco, aunque desde Delegación del Gobierno apuntan que no está previsto que se puedan sumergir hasta el interior del navío, ya que este se encuentra a una profundidad de 120 metros.

El Vilaboa Uno se ha hundido en media hora en la madrugada de este lunes tras avisar a Salvamento Marítimo de que tenía una vía de agua en el casco y se estaba hundiendo. En el naufragio han fallecido dos personas, el patrón del barco, un español natural de Santander y un marinero ghanés, mientras que los servicios de emergencia llevan buscando todo el día al tripulante peruano que está desaparecido.

Siete personas han sido rescatadas con vida, entre ellos un senegalés que tuvo que acudir a Valdecilla con una hipotermia severa pero que ya está recuperado y todos ellos se encuentran bien tras recibir atención psicológica por parte de la Cruz Roja.