Gracia Elvira Alcalá, menor de edad cuando se celebró la macrofiesta de Halloween ha asegurado que nadie le pidió el DNI. Entró al pabellón sobre las 00:30 horas, cuando la afluencia de público era "normal". Sobre las 3 horas, la cantidad de personas en la pista era "horrible". "Al principio el pabellón estaba vacío, pero en cuestión de media hora era imposible moverse", ha asegurado.

Alcalá ha afirmado estar atrapada 45 minutos en el tapón humano y que decidió ir hacia el vomitorio de la avalancha cuando quiso abandonar la pista porque "era la única salida abierta; el resto estaban cerradas". "Ibamos todos como hormiguitas hacia esa salida", ha señalado. Ha recordado que sonó "algo como un petardo" y que fue entonces cuando se produjo "la avalancha de verdad".

Por su parte, Sandra Regidor, en una declaración en la que han primado los "no recuerdo", ha asegurado que a la entrada del recinto sí les pidieron la documentación tanto a ella como a sus amigas. Ha asegurado que la entrada se la pasaron por un lector "y la echaron a una caja". Respecto a la afluencia de gente ha dicho que "de repente se llenó" y se intentó marchar "por la salida frente al escenario; la única abierta".

"El resto de puertas estaban cerradas pero sin cinta", ha asegurado. El abogado de la familia de Belén Langdon ha requerido a Regidor, aún en tratamiento farmacológico y psicoterapéutico, sobre su declaración en el Juzgado de Instrucción cuando dijo que "personas de chaleco amarillo precintaban puertas". Sin embargo, Regidor ha asegurado que no lo recuerda.