La mujer cuenta en una entrevista recogida por el diario 'Metro', que estaba haciendo la cena para su hija, de 27 años, cuando una amiga suya irrumpió en casa y le dijo que había sido secuestrada. La madre corrió por su aldea cerca de Zwartwater (Sudáfrica) después de escuchar que los hombres habían arrastrado a su hija a un edificio y la estaban violando.
Fue a la comisaria, pero allí no la ayudaron, así que cogió un cuchillo de cocina y se fue a salvar a su hija. Corrió más de dos kilómetros y cuando se acercó al lugar en el que habían visto a su hija. Una vez allí, escuchó gritos desesperados que venían de dentro de un edificio. La madre irrumpió en el lugar y vio a tres hombres desnudos turnándose para violar a su hija.
Mató a Zamile Siyeka tras apuñalarle con un cuchillo e hirió gravemente a Zolisa Siyeka, de 24 años, y Mncedisi Vuba, de 31 años, quienes se derrumbaron en el suelo.
La mujer fue apodada 'Mamá leona' por rescatar a su hija y matar a uno de sus violadores, pero hubo indignación en Sudáfrica cuando fue acusada de asesinato.
Un fondo de ayuda recaudó más de 10.000 euros para su defensa y un abogado ofreció sus servicios de forma gratuita, pero tres semanas después, la Autoridad Nacional de Procesamiento retiró el cargo.
Siyeka y Vuba han sido juzgados por violación en el Tribunal Superior de Mtatha y ambos han sido condenados a 30 años de prisión. El juez encargado del caso ha señalado que la única razón por la que los hombres se habían librado de la cadena perpetua era porque tenían heridas graves del cuchillo que "les había enseñado una lección".