El Ayuntamiento de Málaga ha prohibido la apertura de nuevos bares en los próximos cinco años. Una medida por la que no otorgará licencias para nuevos establecimientos y que tiene el objetivo de reducir la saturación acústica en el centro de la ciudad.

"Es mucho bullicio en calles muy estrechas con viviendas tampoco especialmente preparadas", ha explicado una vecina. Quienes residen en esta zona han señalado que esta medida que llega tarde, pues se trata de un problema muy agravado.

Esta moratoria afecta a 103 calles del centro de Málaga, y los hosteleros creen que causará la pérdida de empleos y una mala imagen ante el turismo.

Por otro lado, los bares que ya están abiertos tendrán nuevos límites: tendrán que adelantar una hora el cierre de sus terrazas.