El Ayuntamiento de Málaga se ha puesto serio. Ha cerrado la mayoría de duchas y lavapiés en las playas de Málaga, pues la sequía ha llevado a algunos ciudadanos a usar las fuentes de beber para lavarse. El Ayuntamiento se ha visto obligado a cerrar temporalmente dos surtidores y a recordar que la ordenanza municipal prevé multas de hasta 750 euros por estas prácticas.
La Policía Local ha establecido desde este martes un dispositivo de vigilancia para velar por el cumplimiento de la ordenanza de convivencia ciudadana y utilizará la megafonía en las playas para trasladar un mensaje (en castellano e inglés) instando a hacer un uso responsable de las fuentes de beber.
El consistorio ha trasladado la necesidad de hacer un uso responsable de las 329 fuentes públicas de agua potable que hay distribuidas por la ciudad después de que en las redes sociales haya habido quejas por el uso de algunos surtidores para quitarse la arena en las playas. Ha insistido en un comunicado que "está prohibido dar a estos surtidores otros usos como los de aseo personal o lavar objetos".
Tras constatar un "uso irresponsable" de las fuentes ubicadas en la playa de la Malagueta (una en el paseo marítimo Ciudad de Melilla y otra en el paseo Matías Prats), el Ayuntamiento de Málaga ha decidido cerrarlas "temporalmente".
Como medida de ahorro y concienciación ante la situación de sequía, tanto en Málaga como en el resto de municipios de la provincia continúan inhabilitados los lavapiés y las duchas de las playas que funcionan con agua potable, excepto las de las tres zonas habilitadas de forma exclusiva para personas con movilidad reducida (Misericordia, Malagueta y El Dedo), en cumplimiento del decreto de la Junta que limita el uso de agua potable.
La ordenanza de convivencia ciudadana de Málaga prohíbe usar las fuentes para bañarse, lavar cualquier objeto, abrevar y bañar animales (sí pueden usarse los bebederos habilitados). Estas prácticas tienen la consideración de infracciones leves y contemplan sanciones de hasta 750 euros.