"Que coman lo que quieran, en cantidad, pero cuidado con la calidad", asegura María Dolores Marrodán, directora del grupo de investigación Epinut de la Universidad Complutense. Se refiere a la alimentación de los niños y niñas españoles, de entre 9 y 16 años. En ellos se ha centrado su estudio denominado "Prevalencia del síndrome metabólico en la población infantil y juvenil española", que la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha realizado en colaboración con la Fundación alimentación saludable y la Sociedad española de dietética y ciencias de la alimentación.

Después de estudiar los hábitos de 1.500 escolares, han determinado que, principalmente, una dieta poco saludable, la falta de sueño y el escaso ejercicio físico tienen la culpa del aumento de un 2% de los casos de hipertensión infantil. "Si descansamos poco, no hay balance hormonal y eso supone que tengamos una mayor sensación de hambre durante el día. Los niños de entre 9 y 16 años tienen que dormir entre 8 y 10 horas", afirma la investigadora.

En la misma línea, Madorrán insiste en que, al menos, estos menores tienen que realizar una hora de ejercicio físico al día. El estudio también determina que la hipertensión se concentra, principalmente, en los niños que tienen problemas de obesidad y, sobre todo, de obesidad abdominal. "En nuestras consultas estamos viendo un aumento importante de la obesidad. Vemos niños obesos enganchados, con frecuencia, a pantallas", afirma Manuel Baca, pediatra y Jefe del grupo Uncibai del Hospital Quirón de Málaga.

Investigadores y médicos recuerdan que sufrir hipertensión infantil puede acarrear importantes problemas en la edad adulta. Con frecuencia, este problema puede producir fallos renales y problemas cardiovasculares años después.