La calidad del aire de la ciudad de Madrid ha mejorado en 2018 al disminuir los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), los más bajos de los últimos cuatro años, mientras que el ozono troposférico, el otro contaminante que supone un problema de salud para la capital y su zona metropolitana, ha registrado valores similares a los de 2017 tanto en Madrid como en el resto de la región.
A pesar de ello la capital ha vuelto a incumplir por noveno año consecutivo la legislación europea sobre los límites legales de dióxido de nitrógeno. La normativa europea establece que si hay una sola estación que supera los 40 microgramos de NO2 de media anual ya sería motivo de sanción.
La Comisión Europea decidió el año pasado no demandar ante el Tribunal de Justicia de la UE a España, Eslovaquia y República Checa tras los planes presentados ante la Comisión Europea para cumplir la directiva, aunque el brazo ejecutivo de la UE advirtió de que seguiría vigilante. De las 24 estaciones de la red de vigilancia de la calidad del aire del Ayuntamiento de Madrid, siete rebasaron el valor límite anual, establecido en 40 microgramos de NO2, frente a las 15 de 2017, las nueve de 2016 y las 13 de 2015, mientras que en 2014 hubo seis, según datos del Consistorio.
"Los datos son irrefutables e indican claramente que el aire ha sido menos insalubre este año en la capital", asegura Juan García Vicente, portavoz de Ecologistas en Acción, organización que aplaude las medidas que ha adoptado en la capital el Gobierno de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, para reducir la contaminación, al igual que están haciendo decenas de ciudades europeas, entre ellas Londres y Milán.
No obstante, los ecologistas animan al Ayuntamiento de Madrid a extender la zona de actuación de Madrid Central. "Van por el buen camino pero hay que ser más ambicioso", sostiene García Vicente. Rita Maestre, portavoz del Gobierno de Manuela Carmena , también ha defendido estos días que la evolución de la contaminación en Madrid es positiva porque 2018 ha sido el año con menos polución "desde 2010", aunque en realidad ha sido el mejor de los últimos cuatro años.
La portavoz del Ayuntamiento se refería a un segundo límite (valor límite horario) diseñado para alertar del riesgo de los picos puntuales de NO2, también llamados 'nitrogenazos', que se producen cuando hay estabilidad atmosférica y se superan los 200 microgramos de media en una hora.
Este límite, que no se debe rebasar más de 18 veces al año, lo superaron en 2018 solo dos estaciones (plaza de Fernández Ladreda y Ramón y Cajal, el número más bajo de esta década. Maestre ha hecho hincapié en la puesta en marcha del Plan A de Calidad del Aire municipal, con el que se pretende reducir en un 40 % las emisiones contaminantes en el área de Madrid Central, puesto en marcha en el último tramo del año si bien no se multará hasta marzo, y un 25 % en el conjunto de la ciudad, aunque eso sí, en 2020, y la vuelta de tuerca del protocolo de alta contaminación por dióxido de nitrógeno, que entró en vigor en diciembre y castiga ahora a los vehículos más contaminantes en vez de a los de matrículas pares o impares.
2018 ha terminado con cuatro episodios por alta contaminación de dióxido de nitrógeno, un gas originado principalmente por los vehículos con motor diésel y las calefacciones. El primero fue en enero y los tres restantes en diciembre, de los cuales dos fueron con el área de prioridad residencial (APR) de Madrid Central ya en funcionamiento.
Los cuatro episodios sumaron diez días en los que estuvo activado el protocolo antipolución, dos de ellos en el denominado escenario 2, pero en el último, como excepción, el Consistorio permitió la circulación de todos los vehículos para facilitar los desplazamientos navideños, aunque sí mantuvo la prohibición al aparcamiento en la zona SER, quedando limitada a vehículos con distintivo Cero emisiones y ECO. La meteorología está detrás del descenso de los niveles dado que ha sido un año con mucha inestabilidad atmosférica, lo que ha propiciado que se limpiara el aire con frecuencia hasta diciembre, cuando se ha revertido esta tendencia.
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