El consejero de Educación, Enrique Ossorio, ha defendido que la OCDE debería aplazar la publicación de "todos los resultados" españoles del Informe Pisa 2018, y no solo los de lectura como ya se anunció, al entender que los de matemáticas y ciencias "están contaminados" por las anomalías detectadas en comprensión lectora.

Un tercio de los 5.016 alumnos madrileños de 15 años que hicieron las pruebas en 2018, dieron resultados "inverosímiles" en fluidez lectora, con un porcentaje de errores superior al 25% en los centros donde las pruebas fueron aplicadas por "tres grupos de examinadores externos" que no solo actuaron en Madrid, según el análisis de la Consejería madrileña.

Las 20 frases de fluidez lectora, con las que arrancaba el examen hecho por ordenador y que se incluían por primera vez en Pisa, eran de "pura lógica" y no se justifica que varios alumnos pincharan "sí" en la frase de que los "aviones están hechos con perros", ha explicado el consejero en un encuentro con periodistas.

Además, "tardaron 20 segundos en contestar 20 preguntas", frente a la media de 50 segundos a 2 minutos de otros países, por lo que podrían no haber entendido las instrucciones o haber creído que solo eran de prueba, entre otras anomalías como poner "cero de nota a 70 alumnos que no se presentaron a la prueba".

Estas anomalías "influyen directamente sobre los resultados obtenidos en las tres competencias analizadas: lectura, matemáticas y ciencias", por lo que Madrid considera que la OCDE debería aplazar todos los resultados de España hasta "que se depure su incidencia real" en el resultado final, en vez de publicar solo los de ciencia y matemáticas el próximo 3 de diciembre.

Asimismo, ha detectado que en la base de datos figuran alumnos examinados en 2017, cuando las pruebas se realizaron en abril y mayo de 2018, así como alumnos que no hicieron la prueba y aparecen calificados con un cero, por lo que baja la media. "Cuestionamos los resultados", ha aseverado el consejero, quien se ha referido a PISA 2018 como un "auténtico desastre", por lo que ha considerado que "hay que desecharlo". Además, recuerda que "no es la primera vez que se anulan los resultados de algunos países", ya que sucedió en 2006 con los de Estados Unidos y en 2015 con los de Argentina.