El nuevo lujo de Londres es pasar por el centro en coche. Si no, calculen: el precio son 14 euros y medio diarios los coches más contaminantes, 116 euros los camiones y autobuses. Esto se suma a la tasa de congestión de 13 euros y medio que lleva años en vigor.

Es decir, unos 28 euros por utilitario que, eso sí, podemos tomarnos como el ticket de visita de la primera zona de emisiones ultra bajas del mundo. Se trata de una medida con la que se logrará que dos millones de londinenses respiren un 45% menos de contaminación.

Nueva York seguirá el ejemplo en 2021, con una tasa de acceso al sur de Manhattan de nueve euros al día los coches, y 22 los camiones. La pregunta es: ¿es contaminar el nuevo lujo de los ricos?

Paco Segura, Coordinador de Ecologistas en Acción, explica que "la gente que tienen menos recursos económicos también sufre más la contaminación". Además, apunta que la tasa que se va a aplicar en Londres se va a invertir en mejorar el transporte público, lo que favorece, cuenta Segura, a la gente con menos recursos.

Frente a las tasas, medidas salomónicas en otras ciudades. París directamente restringe el acceso a los vehículos más contaminantes, y los días de mayor contaminación solo permite circular a los de matrícula par o impar.

Madrid, con la reciente restricción de acceso de vehículos contaminantes, al igual que Amsterdam, Berlín o Roma, está dando cifras de éxito. Pero, ¿qué es más efectivo? ¿Cobrar o bloquear? "Cuanto más reduzcas el tráfico menos contaminación tienes, eso es una regla que se demuestra una y otra vez", afirma Segura. Todo vale mientras no arranque el tubo de escape.