La madre de Naiara, la pequeña de ocho años asesinada en Sabiñánigo (Huesca) en julio de 2017, se ha mostrado conforme con la sentencia. El asesino, Iván Pardo, ha sido condenado a prisión permanente revisable por matar a la menor tras horas de crueles torturas.

Mariela Benítez, ha explicado que ella misma le pidió a su abogado que su asesino "no saliera de ahí (de la cárcel) ni viera el sol, como mi hija, que no lo va a volver a ver más". Además, ha asegurado que la reciente celebración del juicio por asesinato contra su cuñado, tío político de la menor, y la condena impuesta por maltrato continuado a su marido y a su suegra, la abuelastra de Naiara, le obligaron a "revivir todo" a pesar que su herida "no había cicatrizado y volvió a abrirse y a sangrar".

La madre ha afirmado que la sentencia le ha permitido en parte "descansar", algo que, ha subrayado, es lo que ha venido pidiendo: "justicia para mi hija y que podamos descansar las dos; es lo único que quiero como madre y amiga que fui de mi hija".

No obstante, ha contado que no es capaz de superar la pérdida de su hija, a la que ama y sigue echando de menos: "Voy a su colegio y sigo en la puerta esperando que salga y me cuente su día", ha añadido la madre de Naiara, que sigue encendiendo de forma cotidiana una vela en la tumba donde fue enterrada la niña. Además, ha lamentado haber sido juzgada durante mucho tiempo como madre y como persona, tras las manifestaciones acusatorias hechas por el padre biológico de la niña.

En relación a su actual pareja, condenado a dos años de cárcel por maltrato continuado, ha asegurado que sigue confiando en él, a pesar de las dificultades que supuso para ella conocer las pruebas presentadas por dos de las acusaciones. Por otra parte, ha reconocido tener dudas acerca de si el cadáver de su hija está en el nicho en el que fue enterrada, ya que una fuente que no ha identificado le comunicó que el 27 de julio de 2017 le habían sido realizadas unas pruebas al cuerpo, varios días después de asistir a su entierro. "No sé si se le realizaron esas pruebas, pero yo sigo llevando la vela a mi hija", ha explicado Mariela, quien ha asegurado querer saber "si realmente está Naiara en Sabiñánigo o dónde está".

En su comparecencia ha admitido haber recibido la carta que le envió desde la cárcel el asesino de su hija, Iván Pardo, que, ha destacado no tuvo "ni el valor, ni la fuerza ni el coraje para abrirla". "Así como llegó la rompí y la tiré, porque no me va a devolver a mi hija", ha dicho.

Por su parte, el letrado de Mariela ha explicado que su clienta le había encargado interponer querellas contra la escritora Lucía Etxeverría, que le acusó de la muerte de su hija y de desearle que muriera, y contra el abogado del padre biológico de Naiara, Marcos García Montes, por asegurar en su informe final ante el jurado que enjuició el caso que había mentido en su declaración.