Según informa el Daily Mail, el matrimonio estaba buscando un nuevo hijo. Louise Turpin comentó a su hermanastro Billy Lambert que querían comprase un autobús escolar y tener otro hijo. Billy preguntó extrañado: "¿Por qué quieres otro hijo? ¿No tienes suficiente?". Ella contestó: "Sí, quiero otro hijo".

El bebé se sumaría a sus otros 13 hermanos que, como ha desvelado el fiscal, solo se les permitía comer una vez al día y bañarse una vez al año, además de permanecer encadenados a la cama durante semanas.

Las autoridades del condado de Riverside, en California, han presentado un total de 37 cargos contra Louise Turpin y 38 contra David Turpin. Los cargos incluyen tortura, dentención ilegal, abusos e incluso por un acto lascivo sobre un menor, imputado al padre. Se enfrentan a 94 años de prisión si son declarados culpables de todos los delitos.

Según cuenta el diario, Louise tenía solo 16 años cuando David logró persuadir a los empleados de la escuela de Princeton, en Virginia, para que dejasen que la joven se fugase con él a Texas. Allí les localizaron y tuvieron que volver.

La hermana menor de Louise, Teresa Robinette y su hermanastro, Billy han declarado que esperan que su hermana ni su cuñado no salgan de la cárcel. "Espero que sufran tanto, si no más, de lo que sufrieron esos niños", asegura Teresa.